Los puntos a valorar en este apartado serán:
- Frecuencia cardiaca: tomando el pulso podremos valorar si éste es normal o si existe bradicardia o taquicardia.
- Pulsos periféricos y centrales: para ello debemos conocer la siguiente regla:
- Radial: Si existe pulso radial, la tensión arterial sistólica estará aproximadamente por encima de 90 mmHg.
- Femoral: Si existe pulso femoral, la tensión arterial sistólica estará aproximadamente por encima de 70 mmHg.
- Carótida: Si existe pulso carotideo, la tensión arterial sistólica estará aproximadamente por encima de 50 mmHg.
- Relleno capilar: un relleno capilar > de 2 segundos nos indicará una disfunción en la perfusión.
- Observación de piel y mucosas: sudoración, piel fría, cianosis, etc… nos indicarán problemas en la perfusión.
A parte de valorar estas cuestiones que nos orientarán sobre el estado circulatorio del paciente, deberemos observar y comprobar posibles hemorragias internas así como la presencia de fracturas de fémur y pelvis debido al alto riesgo de sangrado que conllevan.
Si identificamos alguna hemorragia externa que creamos que compromete la vida del paciente deberemos adoptar medidas para detención como presión directa, indirecta e incluso torniquete.
Si existe compromiso hemodinámico y estamos cualificados, en este eslabón habría que colocar dos accesos venosos de gran calibre e iniciar la administración de volumen.
NO OLVIDAR: Valorar estado circulatorio, detener hemorragias e iniciar perfusión de volumen si es necesario.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario